El animal en la piedra (2024)

ILUSTRACIONES: ARMANDO FONSECA (México)
EDAD 6+
FORMATO: Tapa dura 21 x 26,5 cm – 48 pp
ISBN: 978-9974-883-55-0

​Un poema infantil en 10 estaciones para reconocernos en el momento primigenio de nuestra historia

​Gruñidos como poemas; aplausos, suspiros, agitar de manos como nombres, miradas y guiños para decir hambre o amor.

Julio Serrano le escribe a los primerísimos abuelos y abuelas, a sus primerísimos dibujos, al primerísimo viaje, y al animal que un día salió de su dibujo en la piedra y sigue al galope en nuestros genes, en todos los corazones. Lo hace desde la poesía, y no solo la de las palabras.

​También Armando Fonseca hace la suya con la ilustración, sorprendente y conmovedora, que imprime nuevos significados y recursos estéticos a esta, la historia de todos.

Dibuja en el aire, con un dedo, tu animal favorito.

Dibújate junto al animal,

abriendo los brazos, de palitos.

Desde su primer verso, el libro invita y provoca. Es necesario. El lector está a punto de revivir el viaje que, como Humanidad, iniciamos hace años.

Cierra los ojos

e imagina una cueva,

fuego tronando como abrazo fuerte,

pared silenciosa que espera tu dibujo:

cuaderno abierto.

Dibuja en una piedra al animal favorito,

tus brazos abiertos, otros como tú,

y un jaguar, o un mamut,

al que le dices su nombre.

Haz que el animal se mueva,

agita tus brazos,

respira fuerte y ¡bufa!

Te presento a mi bisonte, se llama Baaaaa

y su cola es de añil.

Te presento a mi jaguar, se llama Gggghheeeee

y sus manchas son de carbón.

Mi nombre son dos aplausos y un aliento fuerte,

para llamarme, sacude las manos y plas plas, ¡jaaa!

Serrano se dedica a la investigación creativa, con especial interés en la identidad, la memoria histórica, la conexión con la naturaleza, las migraciones y el pensamiento desde Mesoamérica. Desde ese lugar escribe El animal en la piedra. En palabras del autor:

Trashumar es una palabra que amo, tiene algún tipo de secreto antiguo, una magia, un poema de una única palabra.

Trashumar: migrar, mudarnos como las ovejas, como las abejas, con las estaciones, con el tiempo, con la necesidad; nos movemos para buscarnos la vida.

Quería escribir un libro que honrara la memoria de todas las personas que caminaron para que tú y yo llegáramos a donde estamos.

Su poesía juega con quien lee y le interpela con frecuencia. Narra, emociona, y también ofrece información: una suculenta propuesta del autor que ya probamos en su anterior libro «No cualquier montaña» (Amanuense 2024).

La ilustración de Armando Fonseca expone el vínculo especial que el artista tuvo con el texto, se apropia de la historia y enriquece la narración con cada decisión creativa: ritmo, paleta cromática, rasgos fenotípicos, artesanía mexicana, dibujos rupestres.

Al ser consultado por su experiencia con El animal en la piedra, Armando nos refirió su historia personal con el jaguar:

Debía dibujar un jaguar para un bestiario, trabajo final de un taller de ilustración. Llegué al día de entrega con las manos vacías, no había jaguar. Me ofrecieron otra oportunidad, así que volví a mi casa, tomé mis materiales y me puse a dibujar.

Debí hacer unos veinte o treinta jaguares, algunos más feroces que otros, geométricos, realistas, abstractos, caricaturescos, pero ninguno me gustó. El jaguar se escapaba de formas que no le eran propias. El sol empezó a salir por la ventana y no había jaguar. Pero el dibujo llega como el viento, como dice esa bella nota del cuaderno de Paul Kle. Casi sin ganas tiré pintura sobre el papel. La mancha comenzó su vida y se transformó en el hombro de un felino. Tiré otra mancha y apareció el segundo hombro, luego las patas, sus garras, el patrón moteado y, finalmente, la cabeza, de humano y de animal.

Sentí en todo momento que estaba pintando un autorretrato.